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Una causa muy común en la enfermedad de las plantas es la clorosis férrica, carencia de hierro en la planta, que afecta a su metabolismo y a la síntesis de la clorofila. Se manifiesta con el amarilleo internervial de las hojas, sobre todo en las jóvenes.

La clorosis férrica se produce por varias razones, relacionadas con la composición del suelo, que dificultan la absorción de nutrientes, la solubilidad del hierro, y características físicas de la planta y afecta a distintos procesos de desarrollo de la planta:

  • Carencia de Fe por falta de solubilidad y movilidad del Fe
    • Suelos básicos, con pH>7. El hierro se precipita al 50% en suelos con pH>7, y en un 100% en suelos con pH :8. Esto quiere decir que deja de estar disuelto, y las raíces no pueden absorberlo.
    • Suelos ácidos ricos en fosfatos solubles pueden provocar carencia de hierro; el Fe3+ se precipita en forma de ácido fosfórico, lo que puede provocar deficiencias de hierro en el suelo.
    • Antagonistas como el manganeso en estado soluble:
      El Manganeso en estado soluble origina carencias de hierro. Estando el Mn oxidado, el Fe reducido se oxida, pasando de Fe2+ a Fe3+.
      La relación en un cultivo Fe/Mn se sitúa entre 1,5 y 2,6. Por debajo de 1,5 aparecen síntomas de deficiencia de Fe (exceso de Mn).
  • Problemas de absorción:
    • Factores como la compactación del suelo, el encharcamiento, los herbicidas, la climatología,… inhiben el crecimiento de las raíces.
    • Acción de elementos metálicos, como Cobre o Zinc, utilizados para tratamientos de hongos, pueden originar carencia de hierro en el cultivo.

Detección de la clorosis férrica

Con un análisis del suelo determinaremos su composición y posibles elementos que afectan a la movilidad, solubilidad y absorción del Fe.:

  • determinación del Fe en suelo. Se analiza solo el Fe que es asimilable por la planta, no la cantidad total de Fe, con el agente quelante DTPA.
  • la caliza activa, calcio soluble en la solución del suelo, es el mejor indicador del poder clorosante de un suelo. Lo que se analiza aquí es la alcalinización del suelo, que produce la insolubilización del hierro.
    La caliza activa reduce la solubilidad del Fe y de otros metales como el Mn, Zn y el Cu, provocando carencias minerales que afectan de forma directa a la producción.

En la planta la detección se realiza por observación, por el amarilleo total o parcial de las hojas jóvenes mientras los nervios aparecen verdes.

El amarilleo se puede producir también por carencia de Mn, pero en estos casos el amarilleo viene acompañado de manchas necróticas en las hojas.

El tratamiento con Fe tiene una respuesta directa. Si tras la aplicación del quelato de hierro a hojas y suelo, las hojas jóvenes y las nuevas recuperan el tono verde, será indicativo de que la carencia era de Fe.

Tratamiento y prevención de la clorosis férrica

Como ya hemos dicho la clorosis férrica se produce por una falta de solubilidad, transporte, y absorción del Fe por las raíces de la planta y transporte y distribución hacia la parte aérea de la misma.

Para evitar o atajar la clorosis tendremos que saber su origen y poner en marcha alguna de las siguientes acciones:

  • Utilizar técnicas que favorezcan la aireación del suelo, favoreciendo así el crecimiento de las raíces.
  • Mejora de las condiciones del suelo para favorecer el transporte del hierro.
  • Seleccionar los cultivos que mejor se adapten a las condiciones de suelo que tenemos, las más resistentes y las que sean más capaces de absorber el hierro por sí mismas.

El uso de quelatos se está convirtiendo en la forma más eficaz del tratamiento de la clorosis, porque actúa de forma distinta al resto de fertilizantes. El quelato de hierro es un aporte férrico, de fácil absorción que se puede aplicar vía foliar o vía radicular.

Con el quelato no se aporta un principio activo que actúa contra la clorosis, sino que se aporta hierro, y además actúa sobre el hierro que se encuentra en el suelo y que la planta no es capaz de asimilar por sí misma.
El quelato:

  1. incrementa la solubilización de hierro
  2. transporta el hierro hacia la raíz de la planta
  3. el quelato cede el Fe a la planta
  4. la parte orgánica del quelato vuelve a solubilizar más hierro, el que se encontraba en el suelo y no se había asimilado. esta es la gran diferencia con otras sustancias, su capacidad para aprovechar el hierro nativo del suelo.

Su eficacia dependerá de su capacidad para realizar estas cuatro acciones, y esta eficacia estará condicionada por el medio en el que se aplica, y los factores adversos que ya hemos comentado, pH alto, bicarbonato, acción de otros metales sobre el Fe, y la resistencia a la degradación de la molécula orgánica.

Tipos de quelantes:

EDTA, HEDTA y DTPA, complejan mejor Zn y Mn

o,o-EDDHA, o,o-EDDHMA, o,o-EDDCHA y EDDHSA, más estables, rodean al hierro y lo aíslan del medio.

La estructura del o,o-EDDHA determina la estabilidad de su quelato férrico a pH elevados y en presencia de numerosos iones interferentes.

Los productos del tipo “Quelato de hierro EDDHA o-o” y homólogos tienen una eficacia mayor en tratamientos de clorosis en suelos calizos, muy superiores al resto de quelantes.

Fuente: Agriterra.com

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