Es un tipo chinche que puede afectar al almendro y a cultivos como cerezo, melocotonero o peral, entre otros.
Pasan el invierno en forma de adultos, refugiados en la corteza de los árboles o en restos vegetales, maleza. Al llegar la primavera, con el aumento de las temperaturas, los adultos se dirigen a las hojas más tiernas para alimentarse succionando la savia por el envés. Estas picaduras en las hojas originan una decoloración en el haz amarillo-grisáceo, pudiendose observar también en el envés unas punteaduras negras que corresponden a los
excrementos.
Si el ataque es muy intenso puede llegar a producir defoliaciones, debilitar el árbol y afectar negativamente a la producción. Los ataques más intensos suelen producirse en verano. Esta plaga se ve favorecida por las altas temperaturas acompañadas de periodos de sequía. Para el control de esta plaga pueden utilizarse productos con la materia activa deltametrín 2,5 %. Se recomienda comprobar que el producto fitosanitario utilizado esté autorizado para plaga y cultivo.
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