Este coleóptero se encuentra ampliamente difundido por distintas zonas y puede afectar a diferentes cultivos, entre ellos el viñedo considerándose en éste una plaga secundaria y esporádica. En los últimos días, ya se han observado adultos en algunas plantaciones de pistacho por lo que se recomienda vigilar éstas cada pocos días.
Con el aumento de las temperaturas en primavera, los adultos pueden desplazarse de manera gregaria desde la maleza cercana a las plantaciones donde se alimentan de las hojas más tiernas, teniendo preferencia por lo árboles jóvenes. El acoplamiento de los adultos tiene lugar en los mismos árboles, trasladándose posteriormente de nuevo a la maleza donde suelen realizar la puesta.
Los daños son causados por los adultos. Al tener un comportamiento gregario, los ataques aparecen en focos y suelen empezar en los árboles del borde de las parcelas. Son insectos muy voraces, en ataques severos pueden llegar a devorar toda la hoja, dejando intacto solo el nervio principal. Los árboles sufren un fuerte debilitamiento. Se debe prestar especial atención en nuevas plantaciones donde la incidencia de la plaga puede ocasionar grandes pérdidas.
Es recomendable labrar la parcela en invierno para eliminar el reservorio poblacional ya que sus larvas suelen refugiarse en el suelo o entre los restos vegetales. Cuando los ataques son muy localizados pueden sacudirse manualmente las ramas, preferentemente a primera hora de la mañana, y recoger los adultos de clitra para su eliminación.
En caso de ser necesario un tratamiento, este debe aplicarse en el momento en que se observen los primeros adultos. No es necesario tratar toda la parcela, sino solamente los árboles infestados. Actualmente, la única materia activa que se encuentra autorizada en pistacho para escarabajo en el Registro de Productos Fitosanitarios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación es lambda cihalotrin 5%.