Esta enfermedad fúngica infecta a las hojas durante la primavera, sobre todo en presencia de lluvias, provocando en ocasiones defoliaciones precoces y debilitamiento de los árboles. La mayor susceptibilidad del cultivo se produce tras la caída de pétalos, con las primeras hojas. El período de incubación suele ser de unos 35 a 40 días. Es recomendable realizar tratamientos durante este periodo, a poder ser después de las lluvias. Las primeras lesiones se observan a partir de mayo y no es hasta verano cuando aparecen manchas amplias en hojas de color anaranjado, de formas y tamaños variados, que pueden evolucionar a necrosis de color marrón oscuro en el centro de la lesión.